Hoy quiero comentar con más detalle la que es nuestra premisa: El ser humano es un todo indisoluble: Cuerpo, Mente y Alma. Una premisa que cada día refleja más la creencia de médicos y pacientes. 

Efectivamente, aunque la exageración del método científico llevó al fraccionamiento del ser humano, la tendencia actual es regresar a la unidad.

Actualmente, la mayoría de los médicos estamos aceptando que la Medicina es una sola. La Medicina científica, que de hecho es extraordinariamente eficaz, puede y debe ser completada con otras formas de sanación.

Con 34 años de profesión, cada vez más me he ido convenciendo que:

1° Para sanar se requiere un tratamiento que atienda al ser humano como ser integral y active en su interior el mecanismo de sanación que todos tenemos.

2° El sanador, llámese médico, psicólogo, chamán, terapeuta, es importante, pero más importante es el paciente, y todavía más, la relación entre sanador y paciente.

 

3° Por ello, ninguna medicina es infalible, pero todas las medicinas pueden ser útiles y hasta milagrosas.

 

4° La enfermedad no es un accidente en nuestro camino. La enfermedad es una señal para cambiar algo que anda mal internamente.