En mayo de 2020 el Dr. Marcelo Torres me pidió que prologara su libro “El Propósito de la Vida”. Nunca imaginé que este prólogo se convirtiera en un epitafio. Sin embargo, hoy creo entender que su búsqueda, plasmada en este libro, era la preparación de su alma para partir tempranamente a los 53 años, ayer 22 de febrero de 2021. He aquí el prólogo del libro:
Conocí a Marcelo cuando me derivó una paciente para TVP. Poco tiempo después él decidió postular al Curso de Formación Profesional que imparto desde 2004. Siendo un exitoso odontólogo había sentido el llamado de su alma a completar su vocación de sanador con esta técnica que trabaja en todos los niveles del ser humano: físico, mental, emocional y espiritual.
En 2014 se graduó como terapeuta en Terapia de Vida Pasada, continuando luego la formación en otras disciplinas complementarias, todas inherentes al conocimiento del alma.
He tenido el privilegio de leer su libro antes de su publicación, y de ser elegida para prologarlo. Es muy coherente para mí que este primer libro trate precisamente de “El Propósito de la Vida”, pues refleja de alguna forma la travesía de Marcelo al buscar su misión del alma… y también la mía, y la de la mayoría de los terapeutas de TVP que conforman la Asociación del cual hoy Marcelo es presidente.
Y es que hace falta valentía y resolución para asumir el proceso que el eminente psiquiatra suizo Carl Jung llamó de Individuación… dejar de ser Personas (las máscaras que llevamos) para convertirnos en Individuos (nuestra esencia). Proceso que está intrínsecamente ligado con encontrar nuestro Propósito de Vida, en concordancia con nuestra Misión del Alma. Requiere madurez y autoconocimiento, y muchas veces cambios profundos en el sistema de vida que solíamos llevar.
Con todo, la observación y la terapia en nosotros mismos y en nuestros pacientes indica que para ser felices y estar completos tendremos que perseverar en este proceso y esta búsqueda.
Siendo pues, indispensable hacerlo, les recomiendo entusiastamente leer este libro y dejarnos guiar por Marcelo Torres para encontrar nuestro Ikigai: “Encontrar la misión de vida, sintiendo satisfacción y sentido de servicio al hacer lo que ama, demostrando que es bueno en lo que hace, y además, ganándose la vida con eso”.
Marcelo lo logró, y su temprana partida, más allá del inefable dolor de la pérdida, nos deja la sensación de la misión cumplida.