¿Qué ocurre al morir?

Lo que yo puedo hablarles se refiere a mi experiencia como médico clínico y como terapeuta. Los pacientes al experimentar vidas pasadas deben atravesar la muerte en cada una de ellas; también muchos de ellos vivencian el trance al espacio entre vidas o bardo, y muchos tendrán experiencias netamente espirituales donde se rescata información crucial. Estas incluyen las ECM (experiencias cercanas a la muerte, descritas en primer lugar por Raymond Moody y luego ampliamente estudiadas por sus seguidores).

En primer lugar, mi observación como médico y terapeuta, es que la muerte es un proceso, y coincido con la dra. Kübler – Ross en que los pacientes que van a morir lo saben con bastante antelación. Quizás no en el nivel de conciencia habitual, pero sí en el nivel del alma.

Si se trata de una muerte por enfermedad, podemos observar que a menudo el enfermo relata la visita de seres queridos ya fallecidos, ángeles y otros seres espirituales desde semanas antes del deceso. Tal parece que el alma estuviera desprendiéndose por etapas, lo cual facilita estos encuentros, y va preparando al individuo para lo que debiera ser una experiencia pacífica y luminosa.

Creerle, acompañarlo, atendiendo a sus necesidades, y aceptando la realidad evitará que se cierre cayendo en el pánico o la negación. Si hay temor, culpa u otros sentimientos negativos, es útil buscar asesoría espiritual que sea coherente para el paciente. Permitir el desahogo y las despedidas es también importante: aunque nos parezca doloroso, suelen ser de gran alivio. Aunque hay una tendencia natural a pedirle al ser querido que está muriendo “no me dejes” , “quédate conmigo”,  “no podré seguir sin ti”, hay que tratar de evitarlo puesto que estas súplicas tan intensas dificultan la partida, favoreciendo que el alma quede atrapada en el campo energético del suplicante.

Si se han tenido estos cuidados y se ha acompañado así al moribundo, lo frecuente es que la muerte sea un simple tránsito vivido en paz y tranquilidad, lo cual permite que el alma siga su camino habitual, en el cual se encontrará con lo que llamamos la Luz: es una intensa luz, diferente de cualquier luminosidad terrenal, que viene a buscarlo, casi siempre acompañada de seres amados fallecidos, o figuras espirituales como ángeles o maestros. Este es también un proceso, no es que instantáneamente se encuentre en los planos espirituales, pero si en primera instancia se desarrolla de esta forma, sin resistencia, apegos excesivos o sentimientos negativos, el alma asciende sin contratiempos; aquí muchas veces se describe el “túnel”.

Existe la revisión de los actos realizados durante la vida física, generalmente acompañado por uno o más maestros, seres de luz que nos asesoran. Es una revisión totalmente justa, sin embargo no hay sanción ni castigo. Lo que sí hay es una necesidad del alma de compensar los errores, equilibrar la balanza y completar lo pendiente. Estas tomas de conciencia culminarán en el guión de vida que definiremos antes de volver a encarnar. También se produce el reencuentro con el grupo de almas, y luego un período de recuperación y plenitud en este estado que podemos reconocer como la verdadera vida.